En esta actividad vamos a ser panaderos y vamos a hacer un pan muy esponjoso, pero para que salga esponjoso necesitamos un hongo llamado levadura. Pero antes de hacer el pan, tendremos que investigar de qué se alimentan estos microbios.
Primera parte: Experimentación
Materiales: Agua tibia, levadura en polvo, azúcar, edulcorante, miel, sal y 5 vasos (numerarlos del 1 al 5).
Descripción de la actividad:
Tendremos que agregar agua tibia en los 5 vasos hasta la mitad de su capacidad, a continuación, colocaremos una cucharada de levadura en cada vaso.
En el vaso 1 agregaremos una cucharada de azúcar y revolvemos.
En el vaso 2 agregaremos una cucharada de edulcorante y revolvemos.
En el vaso 3 agregaremos una cuchara de miel y revolvemos.
En el vaso 4 agregaremos una cucharada de sal y revolvemos.
En el vaso 5 no agregaremos nada (este será el vaso control, que nos indicará que sucede si no se le agrega ninguna fuente de alimento, este vaso nos servirá para comparar con otros vasos y poder comprobar si se han producido cambios y si estos cambios se deben al incorporar otra sustancia).
Más adelante dejaremos reposar durante 10 minutos los vasos. Y observaremos qué ha pasado en cada vaso, anotando los resultados (algunas de las preguntas que podemos plantearle al alumnado es ¿hay burbujas?, ¿cuántas burbujas hay?, ¿en qué vasos hay más burbujas?). Tras esto le expondremos una pregunta para que estos reflexionen, ¿cuál es el mejor alimento para las levaduras?
Segunda parte de la actividad: Realizamos pan
Materiales: levadura fresca, azúcar, agua, harina, sal y aceite.
Descripción de la actividad:
Tras esta introducción daremos paso al taller de cocina, en el cual elaboraremos pan con la ayuda de la levadura.
En primer lugar, disolveremos un cubito de levadura fresca y una cucharada de azúcar en una taza con agua tibia. Cubriremos la mezcla con un paño y la dejaremos reposar durante unos 5 minutos.
A continuación, verteremos ¾ kg de harina en un bol, dejando ¼ en el paquete. Agregaremos 2 cucharadas de sal y mezclaremos un poco.
Agregaremos la levadura disuelta, 2 cucharadas de aceite y una taza de agua. Mezclaremos todo con una cuchara o con las manos limpias, mezclando hasta que la masa tenga consistencia, ni muy blanda ni muy dura.
Haremos un bollo, amasándolo durante unos minutos sobre la mesa limpia, espolvoreada de harina para evitar que la masa se pegue (añadir más harina si es necesario). Colocaremos la masa en un recipiente y la cubriremos con una tapa o una toalla húmeda. Dejaremos levar en un lugar cálido hasta que se duplique el tamaño (la menos media hora).
Posteriormente, encenderemos el horno para precalentarlo. Volveremos a enharinar la mesa y verteremos la masa, amasándola durante 3 minutos, dividiremos en dos partes iguales y haremos un bollo alargado con cada una.
Engrasaremos una bandeja para horno y colocaremos los bollos, haciéndoles cortes diagonales en la superficie con un cuchillo. Los dejaremos levar durante 10 minutos sobre la cocina, tapados con un paño húmedo. Por último, los cocinaremos media hora a horno medio.
